El tema de la propagación del virus H1N1 tiene repercusiones más allá del continente americano. Ayer fue el turno del director del Servicio Epidemiólogo de Rusia (SER), Guennadi Oníschenko, que recomendó a los aficionados rusos que no viajen a la ciudad británica de Cardiff para apoyar a su selección en el partido que disputará el próximo 9 de septiembre, ante Gales, de las eliminatorias del Mundial 2010, por miedo a un posible contagio de la gripe A. "Es un evento innecesario e inoportuno en tiempos de epidemia de gripe. Los estadios son lugares donde se concentra mucha gente y los aficionados tienen el hábito de gritar durante los partidos, lo que ayuda a la propagación de los virus por vía aérea", explicó Oníschenko. Además, el médico ya había propuesto la semana pasada la suspensión de los viajes de grupos de niños rusos al extranjero, sobre todo a Gran Bretaña, y a los países europeos afectados por el virus.
Al final, decidirán los propios aficionados. Por su parte, la Asociación de Hinchas de Rusia (AHR) ya hizo saber ayer que "el whisky galés es el mejor remedio contra la gripe A y que paliará cualquier síntoma de la enfermedad".
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